Nuestra pasión es ayudar a los pacientes a recuperar su calidad de vida. Por eso la atención en los detalles, el tacto y cuidado hacen que el diagnóstico sea el más acertado: nuestras manos y empatía, hacen de nosotros unos ortopedistas en Medellín únicos. Para nosotros no hay nada imposible, porque sabemos que cuando se trata de la salud de los pacientes, hay que darlo todo.

Yo, Gustavo Álvarez Lopera, soy conocido como «Manos de Dios» y es que con ellas he realizado verdaderos milagros en más de 30 años; y mi hijo, Gustavo Álvarez Torres, recopiló a lo largo de su vida todo mi conocimiento y lo puso a la vanguardia. Su fuerte son los factores de crecimiento, una de las técnicas más utilizadas en Europa para la rápida recuperación de lesiones en futbolistas.

Queremos que estés tranquilo, porque nuestro objetivo siempre será darte el mejor cuidado para que puedas volver a tus actividades cotidianas con normalidad. Nunca nos ha gustado el término “imposible” porque hace que parezca que las cosas no se pueden lograr y en ese punto, es donde dejamos de ver oportunidades y soluciones. Es importante que, como paciente, entiendas que juntos formamos un gran equipo, el cual puede superar todas las adversidades trabajando de manera conjunta, y que con nuestra experiencia y tu constancia vamos a lograr salir adelante.